¿Por qué sudamos?

¿Por qué sudamos?

¿Qué función tiene la sudoración? ¿Por qué ocurre? ¿Te lo habías preguntado alguna vez? El sudor es un mecanismo fisiológico fundamental para la regulación de la temperatura corporal y la homeostasis, desempeñado por el sistema sudoríparo bajo control del sistema nervioso autónomo. Es esencialmente una respuesta al aumento de la temperatura corporal o al estrés emocional, o sea, su finalidad es enfriar el cuerpo.

Mecanismo de sudoración

La sudoración ocurre en las glándulas sudoríparas, que se clasifican en:

  1. Glándulas ecrinas: Son las más numerosas y están distribuidas en casi toda la superficie corporal. Secretan un sudor compuesto principalmente de agua, electrolitos (como sodio y cloro) y pequeñas cantidades de metabolitos.

  1. Glándulas apocrinas: Localizadas en áreas específicas como axilas y región genital, producen un sudor más viscoso, rico en lípidos y proteínas, que al descomponerse por bacterias genera olores corporales.

 

Proceso fisiológico

En respuesta al aumento de la temperatura (por ejercicio, fiebre o calor ambiental), los termorreceptores en la piel y el hipotálamo activan el sistema nervioso simpático. Las terminaciones nerviosas simpáticas liberan acetilcolina, que estimula los receptores de las células mioepiteliales de las glándulas ecrinas. El sudor se genera en los conductos de las glándulas sudoríparas a partir del plasma, mediante transporte activo de iones (como sodio y cloro) seguido de agua por ósmosis. Cuando el sudor llega a la superficie de la piel, su evaporación absorbe calor del cuerpo, enfriándolo.

Funciones principales del sudor

  1. Termorregulación: La evaporación del sudor ayuda a disipar el exceso de calor y a mantener una temperatura corporal estable.

  1. Excreción: A través del sudor se eliminan pequeñas cantidades de productos metabólicos, como urea y ácido láctico.

  1. Rol en comunicación social: En el caso del sudor apocrino, las secreciones también tienen un papel en la comunicación química (feromonas) y social.

 

Regulación del proceso

El proceso está regulado por el hipotálamo, una región del cerebro que actúa como un termostato corporal. Sin embargo, la hiperhidrosis (sudoración excesiva) y la anhidrosis (ausencia de sudoración) son disfunciones que pueden alterar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, afectando la salud en climas extremos. El sudor, pues, no solo es una respuesta a la temperatura, sino también un reflejo de la interacción entre el sistema nervioso, los órganos excretores y el medio ambiente.

¿Se pierden electrolitos con el sudor?

Durante el proceso de sudoración se eliminan electrolitos como sodio, potasio, cloro y, en menor medida, calcio y magnesio. Estos electrolitos son esenciales para mantener el equilibrio hidroelectrolítico, las funciones neuromusculares y otros procesos fisiológicos críticos. La composición del sudor depende de varios factores, como la intensidad del ejercicio, el clima y el estado de hidratación de la persona.

El sodio es el principal electrolito perdido en el sudor. Aunque su concentración es menor que en el plasma, puede ser significativa en casos de sudoración intensa, como durante el ejercicio prolongado o en climas cálidos. El cloro se elimina junto con el sodio, ya que ambos forman parte de la regulación osmótica y el transporte de agua en el cuerpo. Y el potasio se pierde en menor cantidad en comparación con el sodio, pero es fundamental para la función celular y el equilibrio ácido-base.

Pérdidas promedio en sudor:

  • Sodio: 800-1200 mg por litro de sudor.

  • Cloro: Cantidades similares al sodio debido a su asociación en la regulación osmótica.

  • Potasio: 200-400 mg por litro.

Implicaciones fisiológicas

Ahora bien, cuando la sudoración es excesiva y no se reponen adecuadamente los líquidos y electrolitos perdidos, pueden ocurrir desequilibrios como:

  • Hiponatremia: Bajos niveles de sodio en sangre, que pueden causar confusión, calambres y, en casos graves, edema cerebral.

  • Calambres musculares: Asociados con la pérdida de potasio y sodio.

  • Deshidratación: Puede afectar la termorregulación y la capacidad de rendimiento físico.

Para evitar deficiencias de electrolitos, es importante reponer tanto líquidos como electrolitos, especialmente durante actividades prolongadas o en ambientes cálidos. Agua con sal de mar y zumo de limón, alimentos ricos en potasio (como plátano, aguacate, yuca y vegetales verdes) y alimentos con buen aporte de sodio pueden ayudar a mantener el equilibrio electrolítico.

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