Cola de caballo

 

La cola de caballo (Equisetum arvense) es una planta medicinal utilizada tradicionalmente por sus notables propiedades diuréticas, remineralizantes y cicatrizantes. Su composición rica en silicio, flavonoides, saponinas y ácidos fenólicos le otorga beneficios que la hacen valiosa en la salud. Es especialmente reconocida por favorecer la eliminación de líquidos, siendo útil en casos de retención hídrica, infecciones urinarias leves y edemas. Además, su alto contenido de silicio contribuye al fortalecimiento de huesos, uñas y cabello, haciéndola una opción popular en cuidados cosméticos y prevención de osteoporosis.

Entre otros beneficios, la cola de caballo promueve la cicatrización de heridas, y sus propiedades antioxidantes pueden apoyar la regeneración de tejidos. Es común consumirla en forma de infusión o en cápsulas, siempre respetando las dosis recomendadas para evitar efectos adversos, como pérdida excesiva de minerales. Sin embargo, no se aconseja su uso prolongado sin supervisión médica, especialmente en personas con problemas renales o insuficiencia cardíaca.

Infusión de hojas

  • 3 gramos de hojas de cola de caballo (Solo hojas secas.)
  • 1 taza de agua caliente (Deja que ebulla.)

Decocción de tallos

  • 12 gramos de tallos de cola de caballo (Solo tallos secos.)
  • 500 ml de agua (Dos tazas, para que baje a una con la decocción.)
  1. Calienta el agua hasta que alcance el punto de ebullición, y apaga el fuego de inmediato.

  2. Añade el material de la planta al agua caliente y mueve la mezcla con una cuchara durante unos segundos.

  3. Déjalo reposar 10 minutos.

  4. Cuélalo y bébelo de inmediato.

Decocción de tallos

  1. Pon a calentar 2 tazas (500 ml) de agua a fuego medio.

  2. Espera que el agua ebulla y añade enseguida el material vegetal.

  3. Cuando hayas añadido el material vegetal, baja el fuego al mínimo para mantener una leve ebullición. Cubre la olla con una tapa para evitar la evaporación excesiva, pero deja una pequeña abertura para que el vapor escape.

  4. Deja que el material se hiervan a fuego lento durante 10-15 minutos. Este tiempo es suficiente para extraer los compuestos activos, como el silicio y los flavonoides.

  5. Apaga el fuego y deja reposar la decocción durante 5-10 minutos con la tapa puesta. Esto permite que los compuestos terminen de infundirse en el agua.

  6. Utiliza un colador fino o un filtro para separar los tallos del líquido. Presiona ligeramente los tallos contra el colador para extraer los últimos restos de líquido.

  7. Bebe y disfruta. Puedes endulzarla con miel o agregar unas gotas de limón si lo deseas, pero se recomienda consumirla sola para aprovechar al máximo sus propiedades medicinales.

La cola de caballo contiene sustancias como alcaloides y tiaminasa, que pueden resultar tóxicas en consumos prolongados o en dosis elevadas. Por ello, se recomienda limitar su uso a periodos de 1-2 semanas, con descansos intermedios.

Evite su consumo en caso de:

Problemas renales: Por sus propiedades diuréticas, podría sobrecargar los riñones.

Hipopotasemia: Puede aumentar la eliminación de potasio, provocando desequilibrios electrolíticos.

Colitis ulcerosa o gastritis: Podría irritar el sistema digestivo.

Insuficiencia cardíaca: El aumento en la eliminación de líquidos puede afectar el equilibrio cardiovascular.

Embarazo: No hay suficiente evidencia sobre su seguridad durante estas etapas, por lo que se desaconseja su uso sin supervisión médica.

Interacciones medicamentosas: Diuréticos (furosemida, hidroclorotiazida), medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios, y suplementos de potasio, al alterar sus niveles.

Infusión
Plantas y compuestos medicinales