Cáscara de limón, romero y jengibre

La decocción de cáscara de limón, jengibre fresco y romero seco ofrece una sinergia de propiedades terapéuticas que benefician diversos sistemas del cuerpo. La cáscara de limón es rica en flavonoides y aceites esenciales como el limoneno, con efectos antioxidantes y antiinflamatorios, que pueden fortalecer el sistema inmunológico y favorecer la digestión. El jengibre fresco aporta gingerol, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, que ayuda a aliviar molestias digestivas, náuseas y dolores articulares. Además, el jengibre es conocido por su capacidad para estimular la circulación y reforzar la respuesta inmunitaria.

El romero seco, por su parte, contiene ácido rosmarínico y carnosol, que poseen efectos antioxidantes y antimicrobianos. Esta planta es conocida por mejorar la función cognitiva, aliviar el estrés y facilitar la digestión al actuar como un tónico estomacal. La combinación de estos tres ingredientes en una decocción no solo ofrece un perfil aromático revitalizante, sino que también puede actuar como un potente remedio natural para reforzar el sistema inmunológico, mejorar la digestión y combatir la inflamación, especialmente útil durante épocas de resfriados o estrés físico. Sobre todo, es un excelente remedio para mejorar la circulación sanguínea a largo plazo, porque protege y desinflama los vasos sanguíneos; de hecho, es un buen coadyuvante en el tratamiento de las várices.

Ingredientes

Preparación