Una antigua y muy conocida mezcla. Aunque tiene diversos efectos sobre el organismo, su potencial es reducir la inflamación y el dolor. El aceite de oliva extravirgen se usa en esta mezcla para diluir la cúrcuma y protegerla del ácido estomacal, de las enzimas gastrointestinales, y en parte de los ácidos biliares, elementos que pudieran degradar los compuestos de la cúrcuma antes de ser absorbidos en el intestino, disminuyendo sus efectos terapéuticos. La pimientra negra, de manera similar, se emplea para inhibir los procesos enzimáticos que pueden degradar la curcumina (el principal componente de la cúrcuma) antes de ser absorbida, lo que aumenta su biodisponibilidad. De hecho, se ha demostrado que tomar pimienta negra junto con la cúrcuma potencia su efecto hasta 20 veces, y que sin el acompañamiento de esta prácticamente no se absorbe.
No tienes permisos para copiar texto en tu plan actual. Actualiza tu membresía para habilitar el copiado.