Por Dionan Marval

El Psyllium, también conocido como plantago o zaragatona, es una fibra soluble extraída de la cáscara de las semillas de la planta Plantago ovata, ampliamente utilizada para mejorar la salud digestiva, especialmente en el tratamiento del estreñimiento. (No proviene de la semilla en sí, sino de la cáscara). Sin embargo, su uso va mucho más allá y se ha convertido en un suplemento popular debido a sus beneficios para el control de peso, la regulación de los niveles de azúcar en sangre y el manejo del colesterol.

¿Qué es el Psyllium?

El Psyllium es una fibra soluble que, al entrar en contacto con agua, forma un gel viscoso en el tracto digestivo, lo que ayuda a suavizar las heces, facilitar el tránsito intestinal y mejorar la consistencia de las evacuaciones. Gracias a su capacidad de absorber agua, también puede brindar una sensación de saciedad, contribuyendo a un menor consumo de alimentos en dietas para la pérdida de peso. Además, su alto contenido en fibra soluble ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y a reducir el colesterol LDL, mal llamado “colesterol malo”.

Preparación y consumo de Psyllium

El Psyllium está disponible en varias formas, como polvo (Psyllium powder), cápsulas y en forma de cascarilla no pulverizada (Psyllium husk). La forma de polvo es la más común y se disuelve más fácilmente en agua. Las cascarillas de Psyllium (en inglés, Psyllium husk/hulls) consisten en las cáscaras de las semillas trituradas, que se mantienen en fragmentos o hojuelas. Esta versión es menos procesada y contiene la fibra de forma más “natural”, lo que le da una textura más ligera y permite que absorba agua lentamente. Psyllium en polvo, por su parte, se elabora a partir de la misma cascarilla, pero se muele finamente hasta obtener un polvo más fino y concentrado. Este proceso aumenta su capacidad de absorción de agua, haciendo que se espese más rápidamente al entrar en contacto con líquidos. Abajo te explico cómo consumir las distintas presentaciones: