En infusión de hojas secas y en aceite de sus semillas prensado en frío. La composición de sus hojas es distinta a la del aceite prensado en frío de sus semillas; por consiguiente, dependiendo de qué tipo de infección o de qué microorganismos se quieran combatir, recomendaré el uno o el otro. El aceite prensado en frío generalmente se puede aplicar sin diluir sobre la piel, pero en casos de sensibilidad, debe diluirse en otro aceite, como el de oliva o de almendras.

Microorganismos que combate:

Bacterias: Actúa contra Propionibacterium acnes (causante del acné), Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli, y Streptococcus mutans (relacionado con caries). Un estudio publicado en Journal of Ethnopharmacology encontró que extractos de neem inhiben significativamente Staphylococcus aureus y E. coli, con concentraciones mínimas inhibitorias comparables a antibióticos convencionales. Otro estudio mostró que el neem es eficaz contra Malassezia spp., un hongo asociado con la caspa y dermatitis seborreica.

Hongos: Es efectivo frente a dermatofitos como Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes, Microsporum canis y hongos como Candida albicans, este último especialmente en aplicaciones tópicas.