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Por Dionan Marval
Todo el que ha sufrido de dolor de muela alguna vez sabe lo terrible que es. Ya sea por caries, o por una infección, o por pulpitis, o por sensibilidad o por traumatismos, estos tres métodos naturales pueden ayudarte a aliviar el dolor de muelas. Te los voy a ordenar en orden decreciente en cuanto a su eficacia, es decir, del más al menos eficaz; pero los tres funcionan.
¡No te saltes esto!
Toma en cuenta que en casos de caries o de muelas partidas ninguna de estas indicaciones van a reparar el problema de raíz, sino que te van a proporcionar alivio temporal. Si las dejas de practicar, el dolor regresará. Y si partículas de alimentos entran por la hendidura de la muela picada o partida, el dolor se avivará. Por lo tanto, haz estas cosas después de las comidas, habiendo lavado primero tu boca con agua.
Al final del camino tú elejirás qué hacer para poner fin al dolor: si ponerte una pasta de resina, sacarte la muela, o hacerte algún otro procedimiento odontológico. Empezamos, pues, con las tres recomendaciones para proporcionar alivio al dolor de muelas naturalmente:
1. Aceite de Nim prensado en frío
El primer lugar se lo lleva el aceite de las semillas del árbol de Nim (Azadirachta indica). Este aceite se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional de la India, y ahora en gran parte del mundo, por sus diversas propiedades medicinales. En el contexto del dolor de muelas, el aceite de Nim puede ofrecer alivio gracias a los siguientes mecanismos de acción:
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Tiene propiedades analgésicas, es decir, que ayuda a bloquear la sensación de dolor. Esto se debe a que algunos de sus compuestos pueden interferir con la transmisión de las señales de dolor al cerebro.
¿Cómo usarlo?
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Enjuague bucal: Diluye unas gotas de aceite de Nim en agua tibia y haz enjuague bucal durante al menos 2 minutos, cada 12 horas. Es un poco menos eficaz que la aplicación directa, pero también funciona, especialmente cuando las encías están inflamadas (gingivitis).
Recuerda que el aceite debe ser prensado en frío y 100% puro.
2. Alcohol etílico
El alcohol etílico o etanol resulta muy útil en estos casos; tanto, que lo posiciono en el segundo lugar. ¿Que cuál es ese alcohol? Es el que está presente en las bebidas alcohólicas tradicionales, como la cerveza, el vino, el whisky, el vodka y el ron. Si optas por esta opción para aliviar el dolor de muelas, no es necesario que elijas las bebidas más costosas, pues al fin y al cabo en este caso solo te importa el alcohol. Basta con que sea una bebida de 30 a 40 grados, ya sea ron blanco o vodka; aunque si es de 40-50 grados, mejor. Lo cierto es que esta sustancia puede aliviar un dolor de muelas de manera muy eficaz, y te voy a explicar por qué:
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El etanol tiene propiedades antisépticas, lo que significa que puede matar bacterias y gérmenes en la boca. Si el dolor de muelas es causado por una infección, el etanol puede ayudar a controlarla temporalmente, reduciendo la inflamación y el dolor.
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Puede actuar como un anestésico local, adormeciendo temporalmente el área donde se aplica. Esto se debe a que puede penetrar en las membranas celulares y afectar la transmisión de las señales nerviosas, incluyendo las señales de dolor.
¿Cómo usarlo?
Enjuágate suavemente la boca con una cucharada (7 ml) de la bebida alcohólica durante 2 o 3 minutos, procurando que el líquido fluya más (y si es posible únicamente) hacia el lado donde está la muela afectada. El enjuague no tiene que ser intenso. Luego del enjuague, retén un minuto más el líquido del lado donde está la muela afectada. Entonces bótalo. Hazlo dos veces al día.
Recuerda que mientras el grado alcohólico sea más alto, es mejor.
3. Agua con sal
Pareciera que la receta de agua con sal no falta en el recetario medicinal de ninguna abuelita, ¿verdad? Y es que es un remedio casero popular para el dolor de muelas, que si bien no resuelve el problema de raíz, puede ofrecer cierto alivio temporal. Y es tan bueno, que se lleva el tercer lugar, lo que significa que supera en eficacia (para estas afecciones) a otras plantas como el clavo de olor, el ajo, la menta y la sábila. Su efecto se debe a varios mecanismos de acción:
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La sal crea un ambiente hipertónico, es decir, con mayor concentración de sal que el interior de las células de los tejidos inflamados en la boca. Esto provoca que el agua salga de las células inflamadas hacia el exterior, reduciendo la hinchazón y la presión sobre los nervios, lo que a su vez disminuye el dolor.
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Además, la sal tiene propiedades antiinflamatorias leves que ayudan a reducir la inflamación en la zona afectada. Esto se debe a que puede ayudar a disminuir la producción de sustancias inflamatorias en el cuerpo.
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Por otro lado, la sal también tiene propiedades antibacterianas que ayudan a controlar la proliferación de bacterias en la boca. Esto es especialmente útil en casos de dolor de muelas causado por infecciones, como un absceso dental.
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El enjuague con agua salada ayuda a eliminar restos de comida y bacterias de la zona afectada. Esto puede ayudar a prevenir que la infección empeore y a reducir la irritación.
¿Cómo usarlo?
Diluye 5 gramos de sal en grano sin procesar o de sal procesada (cloruro de sodio) en un vaso de agua (250 ml), y de ahí te enjuagas la boca dos o tres veces al día durante 2 minutos. Si quieres usarlo todos los días varias veces al día, usa esta cantidad; si necesitas menos, usa al menos 2 gramos de sal por cada 100 ml de agua.
Si necesitas soporte u orientación, o aclarar alguna duda, no dudes en contactarnos mediante la página de “Contáctanos”. ¡Saludos!
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