5. Por otro lado, los excesivos niveles de insulina también juegan un papel crucial en la alteración del metabolismo del colesterol, causando efectos tales como:

  • Estimulación de la síntesis de colesterol: La insulina promueve la síntesis de colesterol en el hígado. En un estado de resistencia a la insulina, el cuerpo produce más insulina para compensar la disminución de su efectividad, lo que a su vez aumenta la producción de colesterol.

  • Inhibición de la lipólisis: La insulina inhibe la descomposición de las grasas (lipólisis), lo que aumenta la cantidad de ácidos grasos libres en la sangre. Estos ácidos grasos contribuyen a la formación de triglicéridos y al aumento del colesterol LDL.

6. Sin embargo, en muchos casos los niveles de colesterol no se corrigen simplemente corrigiendo ni controlando los niveles de glucosa e insulina. Y cuando la hipercolesterolemia se vuelve recalcitrante aun corrigiendo estas cosas, hay que mirar un poco más allá, y tomar en cuenta otros factores implicados en la producción y el metabolismo del colesterol. En estos casos lo primero que se debe descartar es el hipotiroidismo.