Si bien la Chlorella es generalmente segura para la mayoría de las personas, se deben considerar las siguientes precauciones:

 

  • Alergias: Personas con alergia a otras algas podrían ser alérgicas a la Chlorella.

  • Problemas digestivos: En algunas personas, especialmente al inicio del consumo, puede causar molestias gastrointestinales leves como náuseas, gases o diarrea.

  • Interacciones medicamentosas: Podría interactuar con anticoagulantes como la warfarina, potenciando su efecto. Se recomienda precaución en personas que toman inmunosupresores, ya que la Chlorella podría estimular el sistema inmunitario.

  • Embarazo y lactancia: No hay suficientes estudios que avalen su seguridad en estas etapas, por lo que se recomienda evitar su consumo.