Además de su función de limpieza, el CMM facilita la absorción de nutrientes al asegurar el movimiento continuo del contenido intestinal 11. La motilidad generada por el CMM también promueve la mezcla del quimo con las secreciones digestivas, optimizando la digestión y la absorción de nutrientes 1. En resumen, el CMM es esencial para la motilidad intestinal normal y la salud digestiva en general 13.
El CMM y la microbiota intestinal
El CMM juega un papel crucial en la modulación de la microbiota intestinal, la comunidad de microorganismos que reside en el tracto gastrointestinal. La fase III del CMM, con sus contracciones de alta amplitud, "barre" el intestino delgado, eliminando bacterias y residuos hacia el colon 6. Este mecanismo previene el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, un problema que puede conducir a síntomas como distensión abdominal, diarrea y malabsorción de nutrientes 11.
Estudios han demostrado que la alteración del CMM puede contribuir al desarrollo de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) 19. En personas con SIBO, la frecuencia y la amplitud de las contracciones de la fase III del CMM pueden estar reducidas, lo que permite que las bacterias proliferen en el intestino delgado 19. Además, la disfunción del CMM puede alterar la composición de la microbiota intestinal, favoreciendo el crecimiento de bacterias potencialmente patógenas 41.
El CMM también contribuye a mantener la integridad de la barrera intestinal, que impide el paso de bacterias y toxinas desde el intestino hacia el torrente sanguíneo 41. La motilidad generada por el CMM estimula la producción de moco y fortalece las uniones estrechas entre las células intestinales, reforzando la barrera intestinal y previniendo la inflamación 41.