3. Diuresis osmótica
Cuando hay una alta concentración de sustancias osmóticamente activas (como glucosa o cuerpos cetónicos) en la sangre, los riñones extraen agua adicional para excretarlas. Este proceso, conocido como diuresis osmótica, puede ocurrir incluso si no se consumen líquidos, especialmente en situaciones de ayuno prolongado o cetosis.
4. Deshidratación y hormonas antidiuréticas
Durante un ayuno prolongado, los niveles de la hormona antidiurética (ADH) pueden disminuir temporalmente, lo que puede reducir la capacidad de los riñones para retener agua. Esto provoca un aumento en la producción de orina, aunque no se haya ingerido líquido.
5. Liberación de líquidos intracelulares
Durante el ayuno, el cuerpo moviliza las reservas de energía. La descomposición de las grasas y proteínas almacenadas también libera líquido intracelular, que debe ser eliminado. Este proceso puede contribuir a la micción frecuente.