En este apartado del orégano nos estamos refiriendo a su aceite esencial, ya que su infusión o té no tiene un potencial antimicrobiano, aunque sí aporta moléculas antioxidantes. Pues bien, recomiendo ingerirlo diluido en un aceite portador (aceite de oliva extravirgen o de coco) cuando se quiere combatir infecciones gastrointestinales; no obstante, en infecciones diseminadas o sistémicas recomiendo su uso por la vía sublingual, es decir, por debajo de la lengua. Por la vía tópica también debe ir diluido en un aceite portador.

Microorganismos que combate

Bacterias: Un análisis de Frontiers in Microbiology confirmó que el carvacrol puede inhibir biofilms de Staphylococcus aureus en un 80%, reduciendo la resistencia bacteriana a antibióticos. Investigaciones han demostrado que el aceite de orégano es activo contra cepas de Candida albicans resistentes a antifúngicos como el fluconazol. Es efectivo contra Staphylococcus aureus, E. coli, Pseudomonas aeruginosa y Clostridium difficile.

Hongos: Altamente efectivo contra Aspergillus niger y Candida spp., en especial en infecciones superficiales o mucosas. En su aplicación tópica puede combatir Candida spp. y dermatofitos que afectan la piel, las uñas y el cuero cabelludo.