Mecanismo de acción: Potente inhibidor de citoquinas (TNF-α, IL-6), COX-2 y LOX, que bloquea directamente los procesos inflamatorios. Tiene una fuerte capacidad antioxidante que reduce el estrés oxidativo.
Versatilidad: Muy amplia, usada en enfermedades metabólicas, gastrointestinales, articulares, neurológicas e incluso para la recuperación muscular. Tiene una afinidad especial por el tracto gastrointestinal, donde reduce la inflamación asociada con la colitis ulcerosa, el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad de Crohn, porque modula la microbiota intestinal y disminuye la producción de citoquinas proinflamatorias (TNF-α e IL-1β) en el epitelio intestinal.
En el sistema cardiovascular, la cúrcuma reduce la inflamación de los vasos sanguíneos al inhibir la oxidación de lípidos y la formación de placas ateroscleróticas. También disminuye marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR) en sangre. Aunque más limitado, la cúrcuma puede atravesar la barrera hematoencefálica y ejercer un efecto antiinflamatorio en el cerebro, ayudando en condiciones como Alzheimer o estrés oxidativo neuronal. Suele usarse cruda y en extractos, de donde los más eficaces son los que tienen fórmula liposomal.
Ventajas: Muy estudiada, dosis bien establecidas, efectos comprobados con pocos efectos secundarios, y de fácil acceso.