Ejercicio físico: El ejercicio físico regular mejora la circulación sanguínea y ayuda a prevenir el estreñimiento. También fortalece los músculos del suelo pélvico, lo que puede ayudar a prevenir la aparición de hemorroides. [17]
Higiene adecuada: Una higiene adecuada de la zona anal es fundamental para prevenir la irritación y la infección de las hemorroides. Se recomienda limpiar la zona con agua tibia después de cada evacuación intestinal y evitar el uso de jabones irritantes.
Conclusión
Las hemorroides son una condición común que causa inflamación de las venas en el recto y el ano, con síntomas que incluyen sangrado, dolor y picazón. Diversos factores como el esfuerzo al defecar, el embarazo, la obesidad y la genética pueden aumentar la presión en las venas, provocando las hemorroides. El tratamiento convencional se centra en aliviar los síntomas con cambios en el estilo de vida, medicamentos y procedimientos médicos. Sin embargo, existen alternativas naturales como el aloe vera, hamamelis, centella asiática, rusco y castaño de Indias, que ofrecen propiedades antiinflamatorias, vasoconstrictoras y cicatrizantes. Además, terapias como los baños de asiento, compresas frías, una dieta rica en fibra y ejercicio físico pueden complementar el tratamiento y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición.