1. Alopecia androgénica

Esta es la causa más común, conocida como calvicie de patrón masculino o femenino. En hombres, se manifiesta con entradas y coronilla despoblada. En mujeres, se observa como un adelgazamiento generalizado en la parte superior de la cabeza.

Los folículos pilosos son sensibles a una hormona llamada dihidrotestosterona (DHT), derivada de la testosterona, que tiene un potencial androgénico mayor que el de la propia testosterona. En personas con predisposición genética, la DHT se une a los receptores de los folículos, miniaturizándolos progresivamente. Esto acorta la fase de crecimiento del cabello (anágena), produciendo cabellos más finos, cortos y débiles hasta que el folículo deja de producir cabello.

La sensibilidad a la DHT está en parte determinada genéticamente. Digo “en parte” porque a veces no ocurre por predisposición genética, sino por detalles específicos en el estilo de vida, como la administración de anabolizantes químicos, como ocurre en el caso de los físicoculturistas. Y hay casos, desde luego, en los que no tiene que ver con el uso de estas sustancias.

 

2. Cambios hormonales