• La hiperglicemia crónica promueve una respuesta inflamatoria de bajo grado, caracterizada por niveles elevados de citocinas proinflamatorias (como IL-6 y TNF-α).

  • Este estado inflamatorio favorece un microambiente tumoral que estimula la angiogénesis, el crecimiento y la invasión del cáncer, y suprime la actividad de células inmunes claves, como los linfocitos T y las células asesinas naturales (NK), que normalmente atacan a las células cancerosas. [17, 18]

 

3. Estrés oxidativo

  • La hiperglicemia aumenta la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) debido a alteraciones en las vías metabólicas, como la glucólisis y la cadena de transporte de electrones.

  • Este estrés oxidativo puede dañar el ADN, proteínas y lípidos, favoreciendo mutaciones adicionales en las células tumorales y aumentando su agresividad. [19, 20]