Las infecciones crónicas por bacterias u hongos pueden promover el cáncer a través de diversos mecanismos que incluyen inflamación persistente, alteraciones inmunológicas y daño directo al ADN. Lo mismo puede ocurrir con ciertos parásitos, pero es más frecuente con bacterias y hongos. Procedo a explicarte el porqué:

 

1. Inflamación crónica como puente entre infecciones y cáncer

La inflamación crónica causada por infecciones persistentes crea un microambiente favorable para el desarrollo de cáncer. Este microambiente incluye: [5, 6]

a. Producción de moléculas proinflamatorias

  • Las infecciones crónicas estimulan la liberación constante de citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral (TNF-α), interleucinas (IL-6, IL-1β) y prostaglandinas.