• Corticosteroides: Utilizados para tratar la inflamación, pueden elevar los niveles de colesterol como efecto secundario.

  • Algunos medicamentos para la presión arterial: Ciertos medicamentos para la presión arterial, como los diuréticos tiazídicos, pueden aumentar ligeramente los niveles de colesterol.

  • Antipsicóticos: Algunos medicamentos antipsicóticos pueden afectar el metabolismo de las grasas y aumentar los niveles de colesterol.

  • Medicamentos inmunosupresores: Los medicamentos inmunosupresores, utilizados para prevenir el rechazo de órganos trasplantados, pueden aumentar los niveles de colesterol.

 

En conclusión, en muchos casos de hipercolesterolemia recalcitrante, cuando esta no cede con modificaciones dietéticas ni suplementación, habiendo descartado ya toda condición médica subyacente que pueda estar repercutiendo, esta debe ser tratada finalmente con probióticos específicos, fibra dietética y fitoesteroles. Si necesitas orientación y asesoría en un protocolo para la reducción del colesterol, puedes solicitarla desde la página de contacto. Pues aunque hay algunos protocolos disponibles para este fin en nuestro portal, lo mejor siempre será tener atención y orientación personalizadas. ¡Saludos!