Aplicación tópica
No te quedes solo con la ingesta del té. Busca también el efecto local con agua de romero o aceite esencial de romero aplicado en el cuerpo cabelludo; elige una de estas tres:
Prepara una infusión dejando hervir ligeramente 4 gramos de romero seco en agua 250 ml de agua. Deja reposar la mezcla 15-20 minutos, y entonces enjuágate el cabello y masajéate el cuero cabelludo de inmediato. Hazlo dos veces al día, mañana y noche, por el tiempo que sea necesario. En un mes debieras ver buenos resultados, dependiendo de la gravedad del caso y de su causa.
Diluye dos o tres gotas de aceite esencial de romero en una cucharadita de un aceite portador como el aceite de oliva extravirgen, de almendras o de jojoba, y úntalo en la zona donde se ha caído el cabello. (El aceite de coco es más denso que estos, siendo más difícil su penetración en el cuero cabelludo, por lo que no es muy conveniente en este caso.) Masajea el cuero cabelludo con la mezcla durante unos minutos. Deja actuar durante al menos 30 minutos antes de lavarte el cabello. Hazlo lunes, miércoles y viernes, durante un mes. Opcionalmente puedes agregar unas gotas de este aceite esencial a tu champú o acondicionador, y lavarte la cabeza con él tres veces a la semana.
Pon a remojar 50 gramos de romero seco y triturado en 1 litro de agua limpia, preferiblemente destilada. Déjalo reposar durante 2 semanas en un lugar oscuro, agitando diariamente la botella o frasco de la mezcla al menos durante 1 minuto. El resultado será un macerado acuoso. De este macerado usarás solo 50 ml al día, especialmente en las zonas donde ya no crece cabello. Masajéate el cuerpo cabelludo con el macerado durante 1 minuto, y espera 30-60 minutos para lavarte la cabeza con agua.