Efectividad antiinflamatoria: Moderada a alta, especialmente en inflamaciones agudas (dolores musculares, menstruales, resfriados).

Compuestos principales: Gingeroles (6-gingerol), shogaoles.

Mecanismo de acción: Inhibición de COX-2 y LOX, reducción de prostaglandinas y leucotrienos. Modula las citoquinas inflamatorias.

Versatilidad: Amplia, pero más enfocada en inflamaciones de corto plazo (agudas), aunque el té puede ser más útil en algunas inflamaciones crónicas como osteoartritis o migrañas. Así que, si buscas un efecto antiinflamatorio integral, puedes combinar ambas formas: consumir un pequeño trozo de jengibre crudo antes de beber el té. Así obtienes lo mejor de ambos métodos.

Ventajas: De acción rápida, especialmente cuando se come crudo (aunque es muy picante), con efectos antiinflamatorios comparables a los del ibuprofeno. El jengibre fresco contiene gingeroles intactos, que son los compuestos principales responsables de su acción antiinflamatoria. Masticarlo o comerlo crudo permite que algunos compuestos se absorban directamente a través de la mucosa bucal, lo que puede acelerar su acción en casos de inflamación aguda.