Conclusión
El NAD es un verdadero “interruptor de la vida” que conecta la energía, la longevidad y la salud celular. Aunque todavía queda mucho por descubrir, la evidencia actual indica que mantener niveles adecuados de NAD puede ser clave en la prevención del envejecimiento prematuro y de múltiples enfermedades crónicas.
Referencias
[1] Trammell SA, et al. Cell Metabolism, 2016.
[2] Airhart SE, et al. Nature Communications, 2017.
[3] Martens CR, et al. Nature Communications, 2018.
[4] Yoshino J, et al. Science, 2021.
[5] Elhassan YS, et al. Nature Communications, 2019.