• Al despertar: Para comenzar el día con calma y energía.

  • Antes de comer: Para promover una mejor digestión y motilidad gastrointestinal.

  • Antes de dormir: Para relajar el cuerpo y la mente, facilitando el sueño.

  • En momentos de estrés o ansiedad: Para calmar la respuesta fisiológica al estrés y recuperar la serenidad .  


Respiración profunda en el Protocolo Maestro de Protocolos CANA