Usos como colorante y en química
La versatilidad del azul de metileno se extiende más allá de sus aplicaciones médicas, abarcando su uso como colorante en diversos campos. Inicialmente concebido como un tinte para algodón en la industria textil, rápidamente ganó popularidad para colorear seda, lana y papel [5, 20]. Su capacidad para teñir selectivamente ciertos materiales también lo convirtió en una herramienta valiosa en laboratorios, donde se emplea como tinción biológica en histología, bacteriología y hematología para visualizar células y microorganismos [5, 28].
En el ámbito quirúrgico, el azul de metileno se utiliza para mejorar la visualización y la precisión en diversos procedimientos, como el mapeo de ganglios linfáticos para identificar células cancerosas [5, 10]. Además, juega un papel importante en la cromoendoscopia, donde se rocía sobre la mucosa del tracto gastrointestinal para ayudar a identificar áreas de displasia o lesiones precancerosas [5, 10]. Su capacidad para liberarse fácilmente en la orina después de la inyección intravenosa permite su uso para detectar fugas o fístulas en el tracto urinario [1, 5]. En citopatología, se incorpora en mezclas de tinciones como Wright-Giemsa y Diff-Quik [5].
Históricamente, también se ha utilizado para la tinción intravital o supravital de fibras nerviosas [10]. Incluso en operaciones ortopédicas, se añade al cemento óseo para facilitar la distinción del hueso nativo del cemento [10]. Esta propiedad de tinción demuestra la afinidad del azul de metileno por diferentes tipos de tejidos y estructuras biológicas, lo que ha sido fundamental a lo largo de su historia [5, 10, 28].
En el campo de la química, el azul de metileno es ampliamente reconocido por su papel como indicador redox en química analítica [5, 20]. Las soluciones de azul de metileno exhiben un color azul en condiciones oxidantes, pero experimentan una transformación a un estado incoloro cuando se exponen a agentes reductores [5]. Esta propiedad permite su uso en titulaciones y experimentos donde es crucial la monitorización de la transferencia de electrones o los cambios en los estados de oxidación [5].