Come: Huevos, carnes (de res, de cerdo, de cordero), pollo, gallina, quesos, jamón Serrano (o jamón de pavo o de pollo de la más alta calidad), chorizo artesanal, salami, salchichón, hígado y vísceras de res, pescados como la caballa, las sardinas, el salmón y el atún; no olvidando que, aunque son ricos en ácidos grasos en omega 3 y en vitamina D, también suelen contener mayores cantidades de mercurio; aunque su ingesta moderada no representa ningún problema, porque el cuerpo puede lidiar con estas cantidades de este metal tóxico. Come vegetales que crecen por encima del suelo, tales como: Brócoli, coliflor, repollo, berro, kale (col rizada), nabo, ajopuerro (puerro), rábano, rúcula, espárragos, acelga, lechuga, cebolla, tomate, espinaca, berenjena, calabacín, calabaza (auyama), ajo, ají, puerros, pepino, pimentón, hierbas como el perejil, el cilantro y el celery, especias como la cúrcuma, la pimienta, el jengibre, la canela, el comino, etc. De entre las frutas solo comerás: limón, aceitunas, fresa, cereza, frambuesa, arándanos, ponsigué (manzanita), y en menor proporción, coco (pulpa y agua). De los tubérculos, solo zanahoria y betabel (remolacha), crudos. Y de las semillas, como te mencioné antes, solo el cacao en polvo para infusión. Puedes comer vegetales encurtidos en vinagre, y fermentos como el chucrut, el kimchi, la kombucha, el yakult y el kéfir de agua, si no tienes ninguna contraindicación que te lo impida. El yogurt es un fermento, pero lo evitaremos.