Relación entre la depresión y la inflamación: Un vínculo profundo entre cuerpo y mente

La depresión, tradicionalmente considerada una enfermedad de origen psicológico, ha sido objeto de una creciente investigación en las últimas décadas que la relaciona con factores biológicos y fisiológicos. Uno de los hallazgos más destacados es el vínculo entre la inflamación crónica y los trastornos depresivos. Aquí exploraremos cómo la inflamación crónica puede contribuir al desarrollo de la depresión, los factores que la promueven y los mecanismos inmunológicos y hormonales implicados en este proceso.


¿Qué es la inflamación y cuándo se vuelve crónica?

La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico ante infecciones, lesiones o agentes externos dañinos. Esta respuesta implica la activación de células inmunitarias, la liberación de mediadores químicos (como las citoquinas) y el aumento del flujo sanguíneo hacia la zona afectada. En condiciones normales, la inflamación es aguda y autolimitada, lo que significa que cesa una vez que el cuerpo ha eliminado la amenaza.

Sin embargo, cuando los factores desencadenantes persisten o el sistema inmunológico se encuentra desregulado, la inflamación se vuelve crónica. En esta situación, los tejidos del cuerpo están constantemente expuestos a mediadores inflamatorios, lo que puede causar daño celular y disfunción sistémica.