Los flavonoides del cacao también ejercen efectos neuroprotectores. Investigaciones han demostrado que el consumo de cacao rico en flavonoides mejora el flujo sanguíneo cerebral, lo que se traduce en una mejor función cognitiva, memoria y capacidad de aprendizaje. (Francis et al., 1999)

Este efecto es especialmente relevante en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Los flavonoides del cacao promueven la formación de nuevas conexiones neuronales (sinaptogénesis), lo que contribuye a un mejor rendimiento cognitivo, especialmente en adultos mayores. (Nehlig, 2013) Además, la teobromina y la cafeína presentes en el cacao pueden mejorar la atención y el estado de alerta.

 

4. Regulación del estado de ánimo

El cacao tiene una larga historia de uso como alimento que promueve el bienestar emocional. Contiene compuestos bioactivos que estimulan la producción de neurotransmisores como la serotonina, las endorfinas y la anandamida, conocida como "la molécula de la felicidad". (Di Tomaso et al., 1996)

El consumo de chocolate, especialmente el chocolate oscuro con alto contenido de cacao (70% o más), se ha asociado con una disminución en los síntomas de depresión y ansiedad. (Pase et al., 2013) Es importante destacar que estos beneficios se observan principalmente en el consumo de cacao puro o chocolate negro con bajo contenido de azúcar.