4. Introducir plantas anticancerígenas
Introducir ciertas plantas en la terapia natural contra el cáncer es un componente imprescindible, según mi opinión. Procedo a explicar por qué. Las plantas han sido una fuente valiosa de compuestos bioactivos con propiedades antitumorales. Muchas de ellas contienen metabolitos secundarios que influyen en procesos biológicos clave asociados al desarrollo, crecimiento y progresión del cáncer. Algunas plantas tienen la capacidad de: [29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37]
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Inhibir la proliferación celular: Algunos compuestos presentes en las plantas interfieren con el ciclo celular de las células cancerosas, bloqueando su replicación y deteniendo su división descontrolada. Esto se logra, en parte, mediante la regulación de genes asociados al ciclo celular.
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Inducir la apoptosis: Las células tumorales suelen evadir la muerte celular programada. Ciertos fitoquímicos restauran este mecanismo, activando vías apoptóticas que eliminan células dañadas sin afectar significativamente a las sanas.
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Inhibir la angiogénesis: La angiogénesis, el proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos, es crucial para el suministro de nutrientes al tumor. Algunos compuestos vegetales inhiben factores angiogénicos como el VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular).