• Las células menos diferenciadas son más propensas a volverse malignas. La vitamina D promueve la maduración celular, reduciendo este riesgo. [61, 62]

 

2. Regulación del sistema inmunológico: La vitamina D modula tanto la inmunidad innata como la adaptativa, influyendo en el microambiente tumoral:

a. Estimulación de la vigilancia inmunitaria

  • La vitamina D potencia la actividad de células inmunitarias antitumorales, como los linfocitos T citotóxicos y las células asesinas naturales (NK).

  • También induce la producción de péptidos antimicrobianos (como catelicidinas), que pueden reducir el riesgo de infecciones que predisponen al cáncer. [63, 64]