El glutatión, gracias a su papel de antioxidante maestro, constituye uno de los pilares más importantes en la protección contra el daño oxidativo y la detoxificación del organismo [1]. Su función transversal en la regulación de la inflamación y la inmunidad subraya la relevancia de mantener niveles óptimos, no solo para conservar la salud, sino para potenciar la respuesta a distintas enfermedades [4]. Desde la perspectiva integral de Protocolos CANA, hemos comprobado que la combinación de enfoques terapéuticos convencionales con estrategias naturales y complementarias puede optimizar las reservas de glutatión de manera sostenida y segura.
En un mundo cada vez más industrializado, lleno de agentes contaminantes y estilos de vida que promueven el sedentarismo y la mala nutrición, resulta esencial adoptar hábitos que fortalezcan nuestras defensas naturales [8]. El ayuno terapéutico, la práctica de ejercicio regular, la adecuada suplementación, el grounding y diversas técnicas de autocuidado se han posicionado como herramientas accesibles y eficaces en la optimización de este antioxidante. Al final del día, el objetivo es recordar que la salud no solo consiste en la ausencia de enfermedad, sino en el equilibrio dinámico de todas las funciones del cuerpo y la mente, donde el glutatión, sin duda, juega un rol fundamental.
Referencias
Pizzorno J. “Glutathione!” Integr Med (Encinitas). 2014 Feb;13(1):8-12.
Townsend DM, Tew KD, Tapiero H. The importance of glutathione in human disease. Biomed Pharmacother. 2003 Sep;57(3-4):145-55.