a) Autofagia
Ya hablamos de esta en el apartado anterior. Dado que el ayuno implica una restricción calórica absoluta [28] y un estrés celular [29], se activa la autofagia.
b) Cetosis
También hablamos de esta en el apartado anterior. El ayuno puede inducir cetosis al restringir la ingesta de alimentos durante un período prolongado, lo que provoca que el cuerpo agote sus reservas de glucógeno (la forma almacenada de carbohidratos) y empiece a buscar fuentes alternativas de energía [30]. Durante las primeras horas del ayuno, el cuerpo utiliza el glucógeno almacenado en hígado y músculos para obtener energía. Una vez que se agotan estas reservas, el cuerpo debe encontrar otra fuente. Al no haber suficientes carbohidratos disponibles para convertir en energía, el cuerpo comienza a descomponer los ácidos grasos almacenados en tejido adiposo [31]. Los ácidos grasos son transformados por el hígado en cuerpos cetónicos (acetona, acetoacetato y beta-hidroxibutirato), los cuales pueden ser utilizados como fuente alternativa de energía por varios órganos, incluido el cerebro [32]. A medida que continúa el ayuno y aumenta la concentración de cuerpos cetónicos en sangre, la persona entra en estado de cetosis. Este proceso puede comenzar generalmente entre 12 a 24 horas después del inicio del ayuno [33].
c) Complejo Motor Migratorio
Ahora procederemos a hablar resumidamente de este. Este proceso es propio del ayuno, es decir, no se activa en ninguna otra circunstancia [34]. El complejo motor migratorio (CMM) es un patrón de actividad eléctrica y contracciones musculares que ocurre en el intestino durante el ayuno o períodos de no alimentación [35]. Su función principal es “limpiar” el tracto gastrointestinal eliminando restos de alimentos, secreciones y bacterias entre las comidas [36].