Efecto sobre células inmunitarias: Se une a receptores en células del sistema inmunológico, como macrófagos y linfocitos T, mejorando su capacidad para combatir patógenos y reducir reacciones inflamatorias excesivas [59].
Inhibición de activación inmune: Puede disminuir la activación inapropiada del sistema inmunitario en enfermedades autoinmunes, reduciendo así el daño tisular asociado con estas condiciones [60].
Reducción del estrés oxidativo: Ayuda a disminuir los niveles de marcadores de estrés oxidativo que pueden contribuir a la inflamación crónica [61].
¡La vitamina D es un potente regulador del sistema inmunológico! [62] El sistema inmune es como un vehículo que patrulla constantemente todo el cuerpo. Este vehículo tiene varios conductores, entre los cuales destaca fuertemente la vitamina D. No se puede combatir infecciones crónicas eficazmente ni reducir la inflamación naturalmente con deficiencia de vitamina D; esto sin mencionar los muchos procesos que no ocurrirían adecuadamente ante la deficiencia de vitamina D. Hay que asegurar, pues, los buenos niveles de ésta mediante la exposición frecuente a la luz solar [63].
Tomar sol es gratis, y en la mayoría de los casos no conlleva un gran esfuerzo. Pero si por algún motivo no se puede hacer, entonces se puede optar por la suplementación nutracéutica [64] y por incrementar el consumo de alimentos ricos en vitamina D [65].