• Acumulación de residuos: Un CMM ineficaz puede llevar a la acumulación de restos de alimentos, secreciones y bacterias en el intestino, lo que puede contribuir a una flora intestinal desequilibrada [42].

  • Trastornos gastrointestinales: Puede estar asociado con problemas como estreñimiento, síndrome del intestino irritable (SII) o dispepsia, ya que dificulta la motilidad adecuada en el tracto digestivo [43].

  • Infecciones intestinales: La incapacidad para limpiar adecuadamente el intestino puede aumentar el riesgo de infecciones o inflamaciones intestinales debido a la proliferación de patógenos [44].

  • Malabsorción nutricional: Un CMM disfuncional podría afectar la absorción eficiente de nutrientes esenciales durante los períodos alimentarios, contribuyendo a deficiencias nutricionales [45].

  • Malestar general y fatiga: Problemas digestivos persistentes pueden resultar en malestar abdominal crónico y cansancio generalizado debido al impacto en la salud metabólica [46].

En resumen, un adecuado funcionamiento del CMM es crucial para mantener una buena salud intestinal y prevenir diversas complicaciones relacionadas con la digestión [47]. Y sabemos que lo que afecta el intestino, puede afectar todo el cuerpo; por lo tanto este mecanismo de limpieza natural del cuerpo tiene, de hecho, un efecto sistémico.