• Mejor calidad del sueño y menor incidencia de insomnio: Aquellas personas que duermen conectadas a tierra (ya sea mediante sábanas o tapetes de grounding) han reportado mejoras en la calidad de su descanso y una menor latencia del sueño. Se cree que esto está relacionado con la modulación de los ritmos circadianos y con la relajación que produce el equilibro electromagnético [23].


  • 8. Cómo integrar el grounding en la vida diaria

    Para muchas personas, la falta de tiempo o la imposibilidad de acceder a espacios naturales puede dificultar la práctica regular de grounding. No obstante, existen estrategias sencillas para integrar estos principios de conexión a tierra en la rutina diaria:

    1. Descalzarse en casa: Si el piso de la vivienda no cuenta con un recubrimiento fuertemente aislante, andar sin calzado un rato puede ofrecer algunos beneficios, aunque son más efectivos si existe cierto nivel de conductividad (por ejemplo, pisos cerámicos o de concreto no tratados con aislantes).

    2. Caminar en el parque: Reservar al menos 15-30 minutos diarios para caminar descalzo sobre césped húmedo o en la arena es una de las formas más sencillas de grounding. Este hábito no solo promueve la conexión a tierra, sino que incentiva la actividad física moderada.