Las náuseas pueden ocurrir como resultado de la liberación de toxinas y los cambios en la digestión durante el ayuno. A medida que el cuerpo elimina las toxinas, estas pueden irritar el revestimiento del tracto digestivo y causar náuseas. ¿Es malo esto en sí mismo? No, porque implica curación; pero tampoco es agradable. Así que, si alguno experimenta náuseas demasiado intensas o persistentes, debe considerar la posibilidad de acortar los ayunos, o de no ayunar tan seguidamente, para que las náuseas sean más llevaderas.


Cambios hormonales

Durante el ayuno prolongado, se producen cambios significativos en los niveles hormonales. Se observa un aumento en la concentración de la hormona del crecimiento y el glucagón, mientras que los niveles de tirotropina y T3/T4 disminuyen 8. Estos cambios hormonales contribuyen a la adaptación del cuerpo al ayuno y a la optimización de los procesos metabólicos.


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