• Alcaloides: Los alcaloides presentes en la Ashwagandha, como la withanina, la somniferina y la somnina, también contribuyen a sus efectos terapéuticos30. Se ha demostrado que estos alcaloides tienen propiedades ansiolíticas, antidepresivas y neuroprotectoras7. Tradicionalmente, se han utilizado para tratar diversos trastornos, como la epilepsia, el estrés y las enfermedades neurodegenerativas31.

  • Flavonoides: Los flavonoides, como la catequina, el kaempferol y la naringenina, también se encuentran en la Ashwagandha y poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias32.


  • Diferentes usos, frecuencia de toma y dosis

    La Ashwagandha está disponible en diversas formas, incluyendo polvo de raíz, extractos estandarizados, cápsulas y tabletas. La dosis recomendada varía según la forma de presentación, la condición que se esté tratando y la concentración de withanólidos en el extracto10. Se recomienda que el extracto de raíz de Ashwagandha tenga una concentración de withanólidos de al menos el 1.5%33.

    Según los principios ayurvédicos, la Ashwagandha se puede utilizar en forma de polvo en una dosis que oscila entre 450 mg y 6 gramos al día34. En los ensayos clínicos modernos, la dosis mínima eficaz de Ashwagandha suele ser de aproximadamente 600 mg al día34. En general, se recomienda tomar entre 300 y 500 mg de extracto estandarizado de raíz de Ashwagandha al día, dividido en dos dosis10. Para mejorar el sueño, se han encontrado eficaces dosis de 120 mg al día, 600 mg al día y 300 mg dos veces al día35.