• Ignorar interacciones: Varias plantas afectan enzimas hepáticas o la coagulación. Si hay medicación, consulta.


  • Conclusión

    Las reglas sensoriales son un atajo inteligente: ayudan a relacionar lo que percibimos al probar u oler una planta con efectos previsibles en la digestión, la circulación, las mucosas, la energía y la microcirculación. No son leyes rígidas ni mágicas; son pistas que, combinadas con la observación personal y la historia de salud de cada quien, permiten decisiones más claras y seguras.

    Cuando necesites promover la digestión, mover lo estancado, proteger lo irritado o “sellar” lo que se desborda, recuerda siempre este esquema básico. Empieza con dosis moderadas, observa la respuesta del cuerpo y respeta las pausas. Si hay medicación, embarazo, cálculos, úlcera o condiciones especiales, aplica las precauciones que aquí se señalan. Con paciencia y buen juicio, estas reglas se vuelven una herramienta cotidiana para cuidar tu salud con plantas.