• Protección neuronal: La SOD ayuda a proteger las neuronas del daño causado por los radicales libres, especialmente el anión superóxido. Al neutralizar estos radicales, la SOD previene la cadena de reacciones que conducen a la formación de especies reactivas de oxígeno más dañinas y al daño neuronal 1. Además, al eliminar el superóxido, la SOD reduce la formación de peroxinitrito, un potente agente oxidante y nitrante que puede dañar las neuronas y contribuir a la neurodegeneración 1. Al prevenir la formación de peroxinitrito, la SOD protege indirectamente a las neuronas de una especie reactiva de nitrógeno altamente dañina, lo que resalta su papel más allá de la simple eliminación del superóxido.

  • El sistema inmunológico:

    • Modulación de la respuesta inflamatoria: La SOD puede actuar como un agente antiinflamatorio al modular la respuesta de las células inmunitarias. Estudios en ratones transgénicos han demostrado que la inhibición del superóxido con SOD puede prevenir la infiltración de neutrófilos, un componente clave de la respuesta inflamatoria, en el sitio del daño 9. La SOD puede servir como un agente inhibidor de la inflamación mediada por neutrófilos a través de varios mecanismos 9.

      Además, la SOD puede influir en la apoptosis de los neutrófilos, un proceso importante en la resolución de la inflamación. Se ha demostrado que la adición exógena de SOD induce la apoptosis de los neutrófilos 33. La capacidad de la SOD para prevenir la infiltración de neutrófilos y promover su apoptosis sugiere un doble papel en la regulación de la respuesta inflamatoria, tanto limitando su inicio como facilitando su resolución.

    • Función de las células inmunitarias: Las células del sistema inmunitario, como los macrófagos y los neutrófilos, producen radicales superóxido como parte de su mecanismo de defensa contra patógenos 20. La SOD es importante para proteger a estas células del daño oxidativo causado por los radicales libres que ellas mismas producen durante la respuesta inmune, asegurando así su función continua y efectiva 20. Esta función autoprotectora es esencial para mantener una respuesta inmune eficaz sin causar un daño excesivo a los propios tejidos del huésped.