La mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas y el envejecimiento acelerado: Los niveles bajos de SOD se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar una amplia gama de enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardiovasculares (como la aterosclerosis y la hipertensión), enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer y el Parkinson), varios tipos de cáncer y la diabetes 1.
El estrés oxidativo crónico, resultante de una defensa antioxidante inadecuada, se considera un factor importante en la patogénesis de estas condiciones. Además, se cree que la disminución de los niveles de SOD con la edad contribuye al proceso de envejecimiento al permitir la acumulación de daño oxidativo a lo largo del tiempo 3. El vínculo entre la deficiencia de SOD y una amplia gama de enfermedades crónicas subraya la importancia de mantener niveles adecuados para la salud a largo plazo y potencialmente ralentizar el proceso de envejecimiento.
Potencial terapéutico en enfermedades e intoxicaciones
A pesar de los desafíos en la administración sistémica de la enzima, la superóxido dismutasa ha mostrado un potencial terapéutico prometedor en diversas condiciones patológicas.
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Enfermedades inflamatorias: La administración local de SOD ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de diversos trastornos inflamatorios. Por ejemplo, se ha utilizado en el manejo de la osteoartritis, lesiones deportivas y la osteoartritis de rodilla, con resultados positivos en la reducción de la inflamación y el dolor 9. También se ha investigado su uso en la prevención de la cistitis inducida por radiación, aunque los resultados han sido mixtos 48. La efectividad local de la SOD en el tratamiento de la inflamación sugiere que la entrega de la enzima directamente al sitio de la lesión puede superar los problemas relacionados con la administración y absorción sistémicas.