• El sistema respiratorio:

    • Defensa contra el daño pulmonar: Los pulmones están constantemente expuestos a oxidantes ambientales, como los presentes en el humo del tabaco y la contaminación del aire. La SOD, especialmente la EC-SOD (SOD3), es abundante en los pulmones y ayuda a proteger contra el daño oxidativo causado por estos factores 1. Se ha observado que los niveles de SOD3 están significativamente disminuidos en los pulmones de pacientes con EPOC 16. Además, polimorfismos en el gen SOD3 se han asociado con una disminución de la función pulmonar y una mayor susceptibilidad a la EPOC 16. La alta expresión de EC-SOD en los pulmones resalta su importancia en la protección de este órgano, que está constantemente expuesto a oxidantes ambientales. Los polimorfismos genéticos que afectan a la SOD3 están relacionados con la susceptibilidad a enfermedades pulmonares.

    • Inflamación pulmonar y fibrosis: La SOD también puede tener un papel antiinflamatorio en los pulmones y proteger contra la fibrosis pulmonar, una condición caracterizada por la cicatrización y el engrosamiento del tejido pulmonar. Estudios en modelos animales han sugerido que la EC-SOD puede reducir la inflamación y la fibrosis en el pulmón 16. Al reducir el estrés oxidativo y la inflamación en los pulmones, la SOD puede ayudar a prevenir el desarrollo y la progresión de enfermedades respiratorias crónicas.

  • El sistema digestivo:

    • Salud intestinal: La SOD contribuye a la protección del tracto gastrointestinal contra el estrés oxidativo y la inflamación, factores que juegan un papel importante en la patogénesis de diversas enfermedades intestinales 4. Se ha investigado su potencial terapéutico en enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En pacientes con estas enfermedades, se ha observado una función disminuida de los neutrófilos y bajos niveles de SOD 53.