El sulfato de magnesio, comúnmente conocido como sal de Epsom o sal de Higuera, es un compuesto de magnesio, azufre y oxígeno.
Composición química: El sulfato de magnesio es un compuesto químico con la fórmula MgSO4. Consiste en cationes de magnesio Mg2+ (20.19% en masa) y aniones sulfato SO42-.
Biodisponibilidad: La biodisponibilidad oral del sulfato de magnesio es baja, generalmente estimada en menos del 20%; no se absorbe bien en el tracto digestivo. En cambio, tiende a atraer agua hacia el intestino, lo que produce un efecto laxante.
Dosis diaria recomendada: Contiene aproximadamente 10% de magnesio elemental. De modo que en 1000 mg de sulfato de magnesio habría alrededor de 100 mg de magnesio elemental. Por lo tanto, Protocolos CANA no lo recomienda como la opción más plausible; porque por un lado se tendrían que ingerir 3 gramos de óxido de magnesio para hallar 300 mg de magnesio limpio, y por otro, aunque se ingiera esta cantidad, se absorberá muy poco, y al tener tan baja biodisponibilidad lo más probable es que ejerza un efecto laxante. Así que, aunque se consuman 3 gramos de óxido de magnesio al día, realmente el cuerpo podrá aprovechar mucho menos de 100 mg.
Efectos específicos en el cuerpo: El sulfato de magnesio se usa para el alivio a corto plazo del estreñimiento. También se usa como una solución de remojo para aliviar esguinces menores, hematomas, dolores musculares o molestias, rigidez o dolor en las articulaciones y pies cansados. Además, se utiliza en tanques de aislamiento para aumentar la gravedad específica del agua.