Por Protocolos CANA


Introducción

El ayuno ha sido practicado a lo largo de la historia con fines religiosos, culturales y, más recientemente, con propósitos de salud integral [1]. En la última década, la ciencia ha demostrado que la privación voluntaria de alimentos, tanto de forma intermitente como periódica, puede favorecer una amplia gama de beneficios fisiológicos y psicológicos. Desde mejoras en la composición corporal hasta profundos efectos regenerativos y restauradores en distintas células y sistemas del organismo, el ayuno se ha posicionado como una estrategia efectiva para promover la salud [2]. Su relevancia, además, no solo se limita al control de peso, sino también a la prevención y apoyo en el manejo de diversas enfermedades crónicas, incluyendo trastornos metabólicos y neurodegenerativos [3].

En este artículo, exploraremos cómo el ayuno intermitente y el ayuno periódico activan mecanismos de limpieza interna y regeneración celular, como la autofagia, la mitofagia y el Complejo Motor Migratorio. A lo largo de estas páginas, se presentará un enfoque naturista integrativo, donde se combinan principios de la nutrición, la biología molecular y la medicina tradicional, bajo un lenguaje técnico pero comprensible, a fin de ilustrar los múltiples beneficios que esta práctica puede ofrecer a la salud de nuestro cuerpo y mente [4].