La integridad de la barrera intestinal depende de un epitelio saludable y de una microbiota equilibrada. Cuando la permeabilidad intestinal aumenta, se facilita la translocación de toxinas y bacterias al torrente sanguíneo, un fenómeno asociado a inflamación crónica y diversas patologías [23].
El ayuno, al estimular la autofagia y el CMM, puede fortalecer las uniones estrechas entre las células del epitelio intestinal (tight junctions) y reducir la inflamación local. Como resultado, la barrera intestinal se ve reforzada, disminuyendo la permeabilidad y favoreciendo la homeostasis [24].
4. Beneficios sistémicos del ayuno
4.1. Salud cardiovascular
Diversas investigaciones demuestran que tanto el ayuno intermitente como el periódico pueden reducir factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, como la presión arterial, los niveles de colesterol LDL y los marcadores de inflamación [25]. Además, la restricción calórica intermitente contribuye a mejorar la flexibilidad metabólica, favoreciendo la capacidad del organismo de alternar entre el uso de glucosa y de ácidos grasos como fuentes de energía [26].
4.2. Control de peso y composición corporal