Protocolos CANA tiene una amplia experiencia y conocimiento en lo que respecta al ayuno como terapia, y frecuentemente incluye los ayunos con fines terapéuticos en sus diversos protocolos de salud. Sin embargo, no existe un protocolo de ayuno universal que se aplique a todas las personas por igual. Las variables de edad, sexo, estilo de vida y estado de salud dictan la conveniencia y la duración del ayuno [40]. Por ello, es fundamental la individualización de la práctica, la educación nutricional y el acompañamiento profesional. Así mismo, ciertos macronutrientes y micronutrientes pueden modular los efectos del ayuno. Algunos protocolos de ayuno “suave” incluyen caldos de huesos, tés de hierbas o jugos verdes bajos en carbohidratos para minimizar deficiencias y evitar efectos secundarios como fatiga extrema o hipotensión [41].

7.3. Ejemplos de prácticas adicionales

  • Hidroterapia: La utilización de baños de contraste (calor-frío) puede optimizar la circulación y la eliminación de toxinas durante los periodos de ayuno [42].

  • Meditación y respiración controlada: Estas técnicas ayudan a manejar los antojos y la ansiedad que pueden surgir en etapas iniciales del ayuno, facilitando la adaptación mental [43].

  • Actividad física moderada: Caminar o hacer ejercicio físico moderado durante el ayuno estimula la quema de grasas sin comprometer la masa muscular, al tiempo que potencia la mitofagia y la autofagia [44].