Regeneración de orgánulos: Al reciclar componentes dañados, las células pueden utilizar estos recursos para producir nuevo material celular, impulsando la regeneración tisular [9].
Protección frente a la inflamación: Se ha observado que la autofagia ayuda a mantener la homeostasis celular y reduce procesos inflamatorios sistémicos [11].
Este proceso no solo contribuye a la salud celular a corto plazo, sino que, a largo plazo, puede mitigar los efectos del envejecimiento y aumentar la esperanza de vida de distintas especies estudiadas, incluyendo mamíferos [12].
2.2. Mitofagia
La mitofagia es un subtipo de autofagia especializada en la degradación de mitocondrias dañadas o disfuncionales [13]. Las mitocondrias, al ser las organelas encargadas de producir energía en la célula, están altamente propensas al estrés oxidativo. Cuando estas estructuras dejan de funcionar adecuadamente, generan niveles elevados de radicales libres que, a su vez, pueden dañar a otras mitocondrias y células vecinas [14].
En el contexto de ayuno, la mitofagia se intensifica, lo cual favorece la eliminación selectiva de mitocondrias deterioradas. Esto conlleva un incremento de la eficiencia respiratoria celular, una mejora en la producción de energía y una reducción del estrés oxidativo [15]. Todo esto puede traducirse en una mejor función de tejidos vitales, como el hígado, el corazón e incluso las neuronas en el cerebro.
2.3. Cetosis y producción de cuerpos cetónicos