• Mantener un horario regular de sueño: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.

  • Crear un ambiente relajante para dormir: Un dormitorio oscuro, tranquilo y fresco.

  • Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse.

  • Hacer ejercicio regularmente, pero no en la noche.

Además, es importante elegir la planta adecuada en función de las necesidades individuales. Por ejemplo, si el insomnio está relacionado con la ansiedad, la valeriana, la pasiflora o la melisa podrían ser buenas opciones. Si se busca una opción suave, la manzanilla o la tila podrían ser más adecuadas.

El potencial de las plantas medicinales para tratar el insomnio es un campo de investigación en constante desarrollo. Sin embargo, la evidencia actual sugiere que estas plantas pueden ser una alternativa segura y eficaz a los fármacos para dormir, especialmente para casos de insomnio leve o moderado.