• Toxicidad por vitamina A (hipervitaminosis A): Como hemos visto, el hígado de res es excepcionalmente rico en vitamina A preformada (retinol), y un consumo excesivo puede llevar a la hipervitaminosis A, una condición que puede causar efectos tóxicos.1 Los síntomas de toxicidad aguda y crónica pueden incluir daño hepático, problemas neurológicos, dolor óseo y defectos congénitos en mujeres embarazadas.1

    Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) advierten que la ingesta crónica de dosis superiores a 10 veces la IDR de Vitamina A puede ser problemática.32 Por lo tanto, se recomienda un consumo moderado de hígado de res, especialmente para mujeres embarazadas, debido al riesgo de malformaciones fetales asociadas con la ingesta elevada de Vitamina A preformada.1

  • Toxicidad por cobre: El hígado de res también contiene niveles muy altos de cobre, y un consumo excesivo puede provocar toxicidad por cobre, aunque esto es raro.1 Los síntomas de la toxicidad por cobre pueden incluir náuseas, vómitos, daño hepático y problemas neurológicos.2 Algunas fuentes recomiendan limitar el consumo de hígado de res a una vez por semana debido a su alto contenido de cobre.36

  • Alto contenido de colesterol: El hígado de res es rico en colesterol.1 Si bien la relación entre el colesterol dietético y el colesterol sanguíneo es compleja, las personas con colesterol alto o enfermedades cardíacas deben consumir hígado de res con moderación y bajo supervisión médica.1