En la cadena de transporte de electrones, el NADH dona electrones al complejo I mitocondrial, lo que impulsa el gradiente de protones necesario para la síntesis de ATP.
Cada molécula de glucosa metabolizada genera alrededor de 10 moléculas de NADH, que a su vez producen unas 25 moléculas de ATP en la mitocondria. Sin NAD⁺, este proceso se detiene, llevando a la muerte celular [10][39].
4.2 Reparación del ADN y mantenimiento genómico
El NAD⁺ es cofactor y sustrato de las poli(ADP-ribosa) polimerasas (PARPs), un grupo de enzimas encargadas de detectar y reparar roturas en el ADN.
Cuando una célula sufre daño en su material genético (por radiación UV, radicales libres, tóxicos químicos), las PARPs consumen grandes cantidades de NAD⁺ para añadir cadenas de ADP-ribosa a proteínas del núcleo, reclutando así los factores de reparación.