La función inmunológica del NAD ha cobrado gran relevancia en años recientes:

  • Macrófagos y linfocitos dependen de niveles adecuados de NAD⁺ para activar sus programas metabólicos de defensa.

  • La enzima CD38, abundante en células inmunitarias, degrada NAD⁺ y genera metabolitos que regulan la señalización del calcio y la activación inmunitaria.

  • Una disminución de NAD⁺ con la edad contribuye a la inmunosenescencia, es decir, la pérdida de eficacia del sistema inmune en personas mayores.

Además, niveles bajos de NAD se relacionan con mayor inflamación sistémica y susceptibilidad a infecciones [7][34].