2.4 Siglo XXI: El resurgimiento del NAD en la biomedicina
En los últimos veinte años, el NAD ha pasado de ser un cofactor “silencioso” a convertirse en un objetivo terapéutico central. Varias razones explican este renovado interés:
Envejecimiento saludable: La observación de que los niveles de NAD disminuyen con la edad y que su restauración mejora la salud en modelos animales ha llevado a considerar al NAD como una molécula anti-envejecimiento [8].
Suplementación con precursores: El descubrimiento de precursores como el nicotinamida ribósido (NR) y el nicotinamida mononucleótido (NMN), capaces de elevar de manera segura los niveles de NAD en humanos, ha abierto una nueva área de investigación clínica.
Aplicaciones clínicas: Ensayos clínicos están explorando el papel del NAD en enfermedades metabólicas, cardiovasculares, neurodegenerativas y en terapias oncológicas [9].