El corazón es un órgano de alta demanda energética y depende críticamente del NAD. Los estudios muestran que:
La reducción de NAD contribuye a rigidez arterial, hipertensión y cardiomiopatías.
La suplementación con NR en adultos mayores redujo la rigidez aórtica y la presión arterial en quienes tenían valores elevados al inicio [45].
El NAD también protege contra el estrés oxidativo miocárdico, reduciendo el daño en isquemia-reperfusión.
En conjunto, estas evidencias posicionan al NAD como un posible coadyuvante en prevención cardiovascular.